miércoles, 20 de julio de 2011

IMPULSOS VII

Que hermoso su abrazo, que cálido en la noche y acogedor….limpio, cargado de vida y de futuro; esa sonrisa, esa mirada, esas preguntas,… cuantas respuestas con tan pocas palabras. Me faltan cosas, muchas cosas, pero me siento pleno a su lado, creo que hice algo grande y el que esté a mi lado me insufla entusiasmo. Pedaleo con fuerza por esta eterna cuesta llena de piedras, pero he aprendido a disfrutar del camino viviendo el paisaje, viviéndolo como mío, valorando cada paso en su medida y saboreando cada beso como si del último se tratase. No veo el final del pedregoso sendero empinado, pero tengo la certeza de que se encuentra en alguna parte, en algún paraje lleno de luz, es más, ahora sé que puedo llegar  a él, tan solo necesito un poco más de aire, un poco más de esa brisa fresca que me llena el alma cada vez que escucho su ... “te quiero papá”.

sábado, 9 de abril de 2011

IMPULSOS VI

Párate,... mírame a los ojos…¿qué ves?... ¿no eres capaz de ver nada?...mira bien, mira y observa, sumérgete en ellos…bien,... ahora dame la mano y salúdame mirándome a los ojos,…bien, veo que intentas verme aun más allá de mi mirada, pero ¿por qué no sientes mi mano?, te doy mi mano, mi saludo, me uno un instante contigo y ¿no sientes mi mano?...¿por qué?, ¿Por qué nos comportamos como autómatas? ¿Por qué hemos olvidado los ojos de nuestros hermanos? ¿por qué no acariciamos el aire?. Has oído hablar a un montón de gente, pero ¿te has parado a intentar percibir en todos sus matices el tono de sus voces? ¿el color de sus palabras?
Tenemos prisa, siempre tenemos prisa, pero ¿dónde pretendemos llegar? Y en el supuesto de que lleguemos a ese lugar, ¿seremos allí más felices? ¿tú puedes asegurármelo? Yo no puedo, por lo tanto he decidido dejar de correr, he decidido acariciar las paredes de piedra llenas de historia, según paseo por calles en las que disfruto del murmullo y las risas de las gentes, me he parado a charlar con desconocidos a los que seguramente no vuelva a ver en mi vida y he aprendido a llorar y sentir como propia la pena ajena y, he conseguido con ello metas, metas importantes que me han hecho feliz y lo más importante, no he tenido que empujar a nadie, ni correr más que nadie para ello, sólo decidí mirar a la vida directamente a los ojos y leer en ellos todo el esplendor de mi irrepetible oportunidad vital mientras sentía el calor de su mano amiga fundida en un eterno saludo fraternal con la mía.

miércoles, 6 de abril de 2011

IMPULSOS V


Me pudo aquella madrugada de invierno y mi efímero impulso quedó escondido entre los brillos dopados de la noche, de aquella noche tan inusualmente cálida y plagada de sensaciones de estío no esperado. El blanco de la luz cegó mi ser y me obligó a deambular por lustros de castigo arañado por merecidos sinsabores sintiendo el penetrar del vinagre en mis heridas. Cargo con una daga en el alma de la que tiro a diario intentando deshacer mis recuerdos, más me ahogo sin remedio entre los empellones del gentío que me ignora desconocedor de las lágrimas tragadas que inundan mi garganta.

Un alma amiga me dijo hace poco, “estás perdiendo voz”, y tenía razón, pierdo la voz que tiré un mal día con mi vida.

martes, 1 de marzo de 2011

IMPULSOS IV

Sé que tu quedo acorde ralentiza el palpitar de mis ansias y consigue doblegar mis alocados impulsos vitales con caricias de Blues que penetran bajo mi piel para perderse en mi sangre. Tu cuerpo de mujer, otorga a mi existir, sentidos no vistos por otros, pero me arrebata sin pena la vida con ese abrazo azul que me ofreces a diario,… mas me escondo y, aunque sabes que me rindo y me dejo morir acunado en tus maderas, me pierdo en mi rincón para no seguir haciéndome daño con tus cuerdas empeñadas en ahorcarme con negras notas de escenarios sumergidos en humos y luces tenues en blanco y negro, luces bañadas en conversaciones vitales frente a barras sonoras de alientos de bourbon y gritos que la noche mece bajo tu compás.

martes, 22 de febrero de 2011

IMPULSOS III


¿Escuchas?, no, no quiero escuchar, prefiero nadar en este silencio, escuchar la nada, sentir los aromas, saborear esa mirada que me brindas, brindar en esa mirada que me observa.
¿Recuerdo?, si, recuerdo el camino plagado de piedras que apartaste para que me fuera llevadero, recuerdo el romero plantado por tus manos colmando de aromas mis sentidos y recuerdo el frescor de aquel invierno que quise fuese eterno.
Aún puedo verte observado tu reflejo en el agua, arrojando pequeñas piedrecillas a tu imagen ondulante y, como siempre, vuelves a ser tú, siempre regresa la calma, siempre me anegas de paz.

viernes, 28 de enero de 2011

IMPULSOS II


Me obligó el ocaso a silenciar mi boca cargada de improperios, me obligó a reírle a la vida sus insulsas gracias, adoctrinado por aquellos que intentaron mover mis alas contra mis propios vientos, mas pude encontrar a tiempo las certezas con las que sajar las cuerdas que anudaron otros a mis manos, para por fin, abrazar la vida desprendido de miedos.

martes, 25 de enero de 2011

IMPULSOS I



Sangre de lágrima viva, de lágrima vertida, de lágrima derramada.
Sangre de luz, sangre de llama, sangre que sangra sin pausa de vida, sangre de tu angustia bañada por los celos fundados, de pesos pasados, de tenues caricias.
Sangre roja sin herida, sangre de ilusiones perdidas.
He visto morir al sol ensombrecido por tu pena, le he visto morir despacio, llorando su luz eterna.



Muchas veces escribo sin pensar, únicamente, me dejo llevar y suelto, suelto lo que sale ¿qué no tiene sentido? quizás, o quizás tenga un sentido que sólo yo puedo ver, porque tal vez, estos impulsos sean sólo modos de soltar algo que daña y pesa dentro.

viernes, 7 de enero de 2011

Cuerda Locura



No soy aquel que digo ser y no lo soy porque me niego las obligaciones de serlo. Me descubro cada día, cada día me presento y procuro que el viento arrastre los rescoldos aún templados de los fuegos ya pasados. Me miro, me entiendo, me veo, me odio, me alejo, me acompaño, me dejo, me suelto, me tengo cada día que llevar, me tengo cada noche que aguantar.
Inhalo aires frescos de tiempos venideros y me acojo en el calor del abrazo de los míos hasta sentir el peso de sus cariños.
Hoy vi mi reflejo en el fondo cristalino de tus ojos y nadé, nadé solo y libre de pesos autoimpuestos, de rémoras egoístas que me arañaron el alma llena de cicatrices con la que cargo. Vi a lo lejos a mi sombra partir sin mí hacia el sol y regresar henchida de luz de amaneceres nuevos, y briosos latidos de vida. Hoy por fin he conseguido entender mi cuerda locura diaria de sentimientos deshilachados y he podido volver a zurcir mis pensamientos con la ayuda de aquel hilo de compañía que me brindaste.