Me
ha dicho un buen y queridísimo amigo, tan queridísimo como poco
objetivo con todo lo que hago, que hoy, día de mi cumpleaños
escribiese algo sobre mi, y a ello me he puesto. Llevo todo el día
clamando porque las musas enciendan mi mente, pero parece ser que
deben encontrarse celebrando por todo lo alto mis recién estrenados
42 veranos y voy a tener que apañarme sin su ayuda. Algunos y
algunas ya me conocéis, lo que puede ser bueno o tremendamente malo,
pero voy a intentar ser sincero y claro.
Si
tuviese que decir qué significa para mi cargar con 42 tacos a las
espaldas, no podría ponerme excesivamente bucólico ni describir lo
hecho hasta hoy con palabras rimbombantes, ya que no es más que otra cifra,
aunque también he de decir que de las supuestas fechas señaladas no
me quedaría más que con el día en el que cumplí los 4 y los 18
(parece que fue ayer, joder), las demás, los 20, los 25, los 30, e
incluso los 40, no han sido más que eso, fechas y días que dejas
atrás sin el mayor miramiento. De las dos fechas que me guardo, lo
hago porque los 18 me demostraron que nada cambiaba, al contrario de
lo que yo pensaba, que cuando fuese mayor de edad me iba a comer el
mundo; y los 4, ...los cuatro me los guardo porque el día de mi
cumpleaños nació mi hermano y es el único regalo de cumple de
todos los que me han hecho desde entonces que sigo disfrutando
después de tantos años. Como todos y todas he sido feliz en
ocasiones y me he sentido tremendamente apenado en otras, y no creo
que por eso sea diferente de la gran mayoría de las personas. Suelo
ser optimista por naturaleza, pero también tengo días en los que no
encuentro sentido a nada y no sé que narices pinto en esta
insignificante bolita azul que gira por el universo ajena a nuestros
quebrantos. Pienso en ocasiones, que la vida es un traje que me viene
excesivamente grande, por más que me empeñe en vestirme de valiente
y capear los temporales que yo solito provoco, pero bueno, si no creo
en 'supermanes', no voy a pensar que yo soy uno de ellos.
Nací
en tierras del norte, en Baracaldo y aunque simplemente estuve allí
apenas dos añitos, existe un algo que me une a esa tierra y cada vez
que voy me siento como si estuviese en casa; no sabría explicarlo,
pero como lo siento lo digo. Después nos acogieron tierras
murcianas, donde sé que hice tremendamente felices a algunas
personas ¿verdad Manolo? y ellos me miraban con la esperanza de que
mi vida fuese una eterna sonrisa plagada de luz y que cuando no fuese
tan benigna, supiese resolver mis problemas y aclarar mis dudas (dudo
si he conseguido esto último).
Por
lo demás soy un tío de lo más básico, me rapo la cabeza, tengo
una barba que procuro cuidar, hago unos nueve kilómetros diarios
cuando mi rodilla izquierda me lo permite, escribo cada vez más para
mi, cosas que no enseño a nadie; hago fotografías con una Canon 50
D que es una maravilla, tengo una Suzuki GSR 600 con 100 caballitos
que me tiene 'enamorao' (¡¡DIOOOOSS como me gusta ir en moto!!!!),
me encanta el color azul, el número 38, hacer ilusionismo con cartas, tengo un tatuaje en un
hombro y otro que me cruza la espalda que es una frase escrita en
árabe con una caligrafía preciosa, conduzco un Audi 80 del año 93
que dice mi hijo que es un zarrio (listo que es el niño), tengo un
trabajo que me encanta (mal 'pagao' por supuesto), prefiero llevar
zapatillas de deporte o botas a zapatos, suelo ir siempre con
pantalones vaqueros, me encanta la velocidad aunque no corro casi
nunca, yyyyyyyyy y bueno, mil simplezas más. Lo típico en un
chavalín con 42 veranitos en la mochila.
Venga,
intentad ser felices, seguro que merece la pena.
¿Y dónde dejas a tu Osasuna?, muchas felicidades, bonitas palabras y felicita a tu hermano de mi parte.
ResponderEliminarCoooño, es cierto, mi Osasuna del alma. 'Sesque' estoy ya fatal.
EliminarSe lo diré a mi hermano de tu parte.
Me ha gustado. TE invito a mi página recien creada www.desdemidormitorio.es
ResponderEliminarEl hada colocada (Ángela)