sábado, 12 de mayo de 2012

MIRADAS



Hay miradas que hablan, miradas que susurran a gritos y acarician el alma, miradas que dicen a voces como afrontar los senderos de los silencios, miradas que como dagas, penetran en el pecho y ascienden lentamente hasta ahogar las gargantas.
Dicen, los que dicen saber, que existen miradas capaces de detener los tiempos y colmar de sentido la existencia, miradas que abrigan, que cubren, que calman, que mitigan las miserias de los necios y las necedades de los míseros; miradas que reman a tu favor apaciguando los mares que tú mismo convertiste en bravíos, miradas de lunas que frenan mareas, que iluminan abismos, que encienden hogueras,... que ocultan estrellas...Dicen, los que dicen saber, que sólo el espíritu más limpio es capaz de albergar la nitidez y la verdad de la mirada verdadera, de aquella mirada que se tatúa en la mente y acompaña hasta el definitivo adiós de los días. Me dijeron, los que dicen saber, que no llorase por no saber soportar el peso de mis cobardías, que mirase,...que me bañase en tus ojos para limpiar la ruindad de mis acciones y me sintiese feliz por tenerte. Ahora, noto el calor de tu mirada, me siento arropado de dicha y sé que podré partir en paz cuando la caprichosa parca me tienda su irrechazable mano.

Sólo puedo decir una cosa, sé que no es mucho, pero la daga teñida de llanto ahogó mi garganta: GRACIAS HIJA